“El cambio que nos lleva al futuro somos nosotros mismos en transición”, dice Xavier Marcet.
En las empresas, que pueden desarrollarse sólo hasta donde pueden desarrollarse sus líderes, sus directivos y sus equipos, las personas hacen la diferencia.
Hace la diferencia elevar su competencia y consciencia, y elevar sus modelos mentales; hace la diferencia aprender, desaprender y adaptarse, tanto técnica como interiormente.
Desarrollar interiormente el liderazgo, las direcciones y los equipos hace realmente la diferencia.
La iniciativa United Nations Global Compact entrevistó a 2600 CEOs de 128 países y 18 industrias de los cuales el 98% afirmó que la sostenibilidad es su responsabilidad principal.
Paralelamente, el abogado y defensor ambiental estadounidense Gus Speth, señaló como principales problemas medioambientales el egoísmo, la avaricia y la apatía, y reivindicó la necesidad de un cambio social de dimensión espiritual y cultural.
La evidencia científica demuestra que liderar la sostenibilidad requiere, más allá de seguir una hoja de ruta técnica, la expansión del nivel de consciencia del liderazgo.
La Ekskäret Foundation nace en Suecia con la firme convicción que el desarrollo personal crea una sociedad más consciente. Desde la carencia de capacidad interior directiva para dar repuesta a retos y entornos complejos, crea los Inner Development Goals (IDG) con el propósito de educar, inspirar i empoderar personas, equipos y liderazgos para ser fuerza positiva para el cambio.
Los Inner Development Goals (IDG) desarrollan cualidades, capacidades, aptitudes y mindsets que se están convirtiendo en un eficaz medio para alcanzar los ODS. Construyen en la interioridad de las personas el cambio que deseamos ver en el mundo, parafraseando a Gandhi.
Los IDG se despliegan en 5 dimensiones y 23 capacidades:
1. Dimensión del Ser: cultiva la relación con uno mismo y con nuestra vida interior.
Esta dimensión atiende la brújula interior, la integridad y la autenticidad, la apertura y la mentalidad de aprendizaje, la autoconciencia y la presencia.
2. Dimensión del Pensamiento: cultiva las capacidades cognitivas para la eficiente toma de decisiones.
Esta dimensión atiende el pensamiento crítico, la conciencia de complejidad, la amplitud de perspectiva, la creación de sentido, y la orientación y visión a largo plazo.
3. Dimensión de las Relaciones: cultiva la relación con las demás personas y el mundo.
Esta dimensión atiende la apreciación, la conexión, la humildad, la empatía y la compasión.
4. Dimensión de la Colaboración: cultiva las capacidades sociales.
Esta dimensión atiende la capacidad de comunicación, de co-creación, la mentalidad integradora, la competencia intercultural, la confianza y la capacidad de movilización.
5. Dimensión de la Actuación: posibilita el cambio desarrollando coraje, optimismo, creatividad y perseverancia para persistir en tiempos inciertos.
Los Inner Development Goals, fundamentados en la biología y la neurociencia de los valores de cada dimensión, inspiran en las organizaciones nuevas formas de ser, estar, colaborar y construir espacios seguros para poner el talento en acción.
En la era en que los líderes son agentes de cambio, los IDG se está convirtiendo en brújula ética, de desarrollo interior y son aceleradores de adaptación; acentúan la autogobernanza y la consciencia interior.
Despliegan, en definitiva, la versión más humanista y consciente del management.
Los programas de desarrollo directivo es imprescindible que desarrollen la interioridad de las personas y de la organización. En nuestro programa de desarrollo directivo Mujeres Directivas éste es parte de nuestro propósito.
¿Tu organización en cuál de las 5 áreas necesita desarrollarse? ¿Y tú?